María Grazia Goya
El padre de mi padre había venido a matar a su hijo
Ecuador/España



Conocí a Ramses en un rodaje y me gustó cómo se comía unas naranjas.


Nos juntamos para hacer un ejercicio en el que él se comía una naranja de 5 formas distintas y el vínculo se fue desarrollando. Él y yo tenemos muchas cosas en común y siempre es una colaboración, donde yo llego con una idea (intuición) y experimentamos las posibilidades juntes.

Creo que para él fue un espacio seguro para abrirse y permitirse vivir cosas que tenía adentro. A partir de un entendimiento artístico y performativo, que le es cercano por su interés en el arte.



"Él nunca encarna su cuerpo, él así mismo se orienta y se señala con el martillo. El martillo era el objeto que era cada persona. En ningún momento es él. Él elige ser el cuerpo de su mamá. Y simplemente dibuja su posición. Nunca se encarna a sí mismo.

Me impresionó mucho como se hacía presente todo lo que no estaba entre ellos, la confianza. El martillo como objeto mágico.

La intimidad entra en una nueva zona, se nota en los movimientos de la cámara. La cámara empieza a tomar su sensibilidad. La cámara intenta transformarse en él. Inaugura una nueva forma de intimidad. Acercarse a su sentir"

- Rita Pauls




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